Lo que me perdí cuando miraba fijamente el #Whatsapp

Publicado: 04/07/2013 en Tecnología
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¿Tienes un smartphone? ¿Te encanta la tecnología? ¿Además eres usuario activo de redes sociales y aplicaciones móviles? ¿Estás a la última de todo y con todos? ¿Controlas todos tus grupos de amigos? ¿Hace tiempo que no pierdes amistades gracias a Whatsapp? ¿No concibes la vida sin tu móvil? ¿Eres dependiente? ¿Adictivo? ¿Te gusta conducir?

No, no voy a hablarte ni venderte ningún BMW, no necesitan que yo les publicite. Ellos son bastante buenos en esto de la publicidad ya que sólo basta que formule una pregunta para que tú recuerdes el anuncio. Hoy quiero hablarte de adicciones quizás no tan dañinas como el tabaco o el alcohol, pero que se están convirtiendo en un importante vicio. Este nuevo vicio cambia la forma de relacionarte, de mantener temas de conversación, de expresarte, de prestar atención e incluso supone un cambio total en la forma de comunicación. Esto es, la adicción al Whatsapp.

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Hace poco más de dos años todos vivíamos al margen de esta nueva realidad. Lo primero al levantarnos era estirarnos y respirar profundamente, desayunábamos viendo la tele o leyendo las noticias en el periódico, dábamos largos paseos en soledad, hacíamos nuestras necesidades mientras leíamos lo primero que encontrábamos en el baño, quedábamos a una hora y en un lugar concreto,  salíamos a cenar con nuestra pareja y amigos y lo último que hacíamos antes de dormir era apagar la luz.

¿Dónde han quedado hoy dichas situaciones? En poco más que recuerdos. Nos levantamos y miramos el Whatsapp, desayunamos leyendo las noticias en el móvil o hablando por Whatsapp, damos largos paseos en soledad mirando de vez en cuando el Whatsapp, en el baño  jugamos a triviados a apalabrados o hablamos por Whatsapp, quedamos en función de lo que nos dicen por Whatsapp, salimos a cenar con nuestra pareja o amigos y dejamos el móvil encima de la mesa vaya a ser que sienta miedo ante la oscuridad del bolsillo o que nos manden un Whatsapp de vital importancia, y lo último que hacemos antes de dormir es mirar el Whatsapp.

¡Qué horror! Nuestro día está condicionado por una bola verde! Siempre suelo utilizar la segunda persona del singular a la hora de escribir, pero hoy haciendo honor a todos/as aquellos/as que me dicen ¡estás enganchado!, he decidido incluirme con la primera del plural para que comprueben, que el primer paso ya lo he dado, reconocerlo.

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Si quedamos con el grupo de amigos, eso parece un combate de Sheriff’s viendo quién saca antes el móvil y lo deja encima de la mesa. Evidentemente si es un grupo grande y tu estás hablando la atención te la prestarán menos del 50% ya que el resto estarán ocupados con sus teléfonos móviles. Últimamente, en las reuniones grupales premia el silencio o el también el llamado momento Whatsapp en el que cada miembro incitado por otro acaba cogiendo su móvil para evadirse de la realidad creando un especial y largo silencio.

Existe una situación que es aún peor, ¿qué ocurre cuando quedas a solas con otra persona? Aquí el quid de la cuestión. Si es educada, dejará su móvil y no lo volverá a mirar hasta que os vayáis. Pero como de Whatsapp también aprendemos a ser maleducados, lo más probable es que en algún momento de la conversación tu compañero/a saque el móvil y sin ningún disimulo se ponga a contestar sus mensajes.

Cuántas veces he tenido que decirle a los míos: ¡Hola! He quedado contigo para tomar una caña no para ver cómo chateas por Whatsapp… De hecho el otro día estaba con una amiga, he hizo lo que te cuento, continué hablando dando por hecho que ya no me escuchaba, mientras flipaba viendo cómo se reía de lo que leía. Cuando decidió que era momento de dejar el móvil, enlazó la conversación con lo que habíamos hablado hace dos horas. Conclusión: Whatsapp reduce considerablemente el campo de atención.

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Y, ¿qué me dices de las felicitaciones de cumpleaños de hace años? Esperabas ansioso ese día en el que no paraban de llamarte y llegarte mensajes, ya que el resto de año tenías móvil únicamente porque estaba de moda y 10 euros de tarjeta, recargables en el badulake, te duraban meses. ¡Que recuerdos! y ahora, ¿que sucede el día de tu cumpleaños?

imagesY ese 1 es tu abuela que todavía tiene el Alcatel One Touch y te manda todo con mayúsculas que parece que te esté regañando en vez de felicitarte.

Todas nuestras acciones hoy en día se ven condicionadas por una tonta aplicación. Es triste, pero nos costaría mucho estar un día sin mirar el Whatsapp. Sería como si te estuvieras perdiendo capítulos de tu vida cuando realmente estás dejando de ser tu el protagonista mientras miras la pantalla.

Después de esto, quiero ponerme un poco más serio al tratar el tema. Es algo que seguramente hayas hecho por inconsciencia, reflejo, porque yo controlo o porque el semáforo tarda mucho en ponerse verde. NO AL USO DEL MÓVIL AL VOLANTE.

Desde aquí me gustaría dirigirme a todos los creativos publicitarios, a la DGT, a las asociaciones en contra de los accidentes de tráfico y a todos los que están relacionados con este sector e invitarles seriamente a que espabilen y empiecen a crear campañas, spots y anuncios en contra del uso del Whatsapp en el móvil.

Es cierto que en los últimos años se ha conseguido reducir la utilización del móvil al volante aumentando el uso de dispositivos de manos libres. Actualmente, todo lo que se había conseguido se está tirando por la borda con la llegada de Whatsapp. Un ya voy, tardo cinco minutos, estoy por…, espérame en…, salgo ya, llego en… pueden generar tal distracción en tu conducción que puede  que ese mensaje nunca llegue a servir para nada.

Sin título-1Creo que ninguno somos conscientes del hecho que puede suponer el simple gesto de mirar el móvil durante un segundo. He llegado a enfadarme con amigos y decirles que si van a coger el móvil no me subo en su coche. El hecho ya no queda en ver a la gente por la calle andando y mirando una pantalla mientras ves cómo se va a comer una farola de frente, va más allá. En los semáforos, atascos, carreteras que requieren menor atención incluso en ¡¡la autopista!! puedes ver a personas escribiendo con su móvil.

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A estas alturas de la tecnología, he llegado a ver a taxistas en los semáforos y hasta policías de servicio. Considero que ya es una causa a denunciar, sino dentro de poco, después de la noticia del último desahucio veremos la de muerte por Whatsapp.

Me quedo con esta campaña publicitaria de la policía india elaborada por la agencia de publicidad Mudra Group  sobre qué puede suceder cuando llamas a una persona que está conduciendo. Las imágenes son bastantes sobrecogedoras.

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Nunca lo suelo hacer, ya que lo dejo a tu elección y opinión, pero hoy creo que es necesario difundir esta idea y compartir el artículo a fin de que pueda llegarle a alguien con mano para poner remedio aunque sólo sea en formato de campaña de concienciación.

Por otro lado, te recomiendo, si es que tienes los niveles altos de adicción al Whatsapp, empieces a desintoxicarte. Andar mirando al frente, prestar atención cuando te hablan, utilizar otros rituales antes y después de dormir, y sobre todo a darte cuenta de que tus conversaciones ahí no deciden el futuro, son el primer paso para darte cuenta que existen muchos momentos que se pierde tu retina por mirar un cuadrado de luz. Espabila! que me ha costado, pero ya me di cuenta de lo que me perdí mientras miraba fijamente el #Whatsapp.

comentarios
  1. Luis… «la has clavao»
    yo llevo ya unos meses de desintoxicación, reconozco que he padecido un bonito síndrome de abstinencia.
    La única manera que he conseguido algo (las recaidas siempre han sido por dedicarme a esto) es que tengo el movil permanentemente en silencio, aunque cuado trabajo lo tengo en modo consolador 🙂

    Y como cuando salgo estoy con los que me apetece y el resto del mundo no me interesa dejo el aparatito en casa o lo encierro en una mochilita que llevo casi siempre (por supuesto en silencio)

    Debo reconocer que me ha costado mucho esfuerzo, pero realmente vale la pena, el problema lo tengo cuando ando por un sitio bonito y me gustaría fotografiarlo, pero vamos que cosas peores se han perdido.

    • luisropei dice:

      Sí, yo hace también algún tiempo recurrí al modo silencio. Ayuda bastante pero siempre que tienes tiempo libre o estás en casa aburrido tiendo a mirar la pantalla cada cierto tiempo.
      Es increíble como algo tan básico puede generar tal adicción como si de una droga se tratase.
      Siempre podemos intentar lanzarnos al mercado de ‘personas con addicción sl móvil y atacar’ por ahí. Jajaja

  2. He leido Lo que me perdí cuando miraba fijamente el #Whatsapp | El lugar de Ropei con mucho interes y me ha parecido didactico ademas de claro en su contenido. No dejeis de cuidar este blog es buena.

  3. Gran artículo, lo primero es reconocerlo 😉

    Yo no hago un uso muy intenso del whatsapp, pero para no caer en la tentación utilizo sonidos diferentes de aviso para tres tipos de mensajes, en escala de menor a mayor importancia: grupos, mensaje individual y mensaje de mi novia que es la única que me puede decir cosas importantes.

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